jueves, 5 de julio de 2007

Nóminas y Nominaciones

Por todos es sabido que el mundo laboral es una mala puta que puede pegarte alguna venérea en cualquier momento, dejándote postrado en una cama de hospital y sin saber como reaccionar. Por supuesto, ese virus metafórico consiste en un despido o una rebaja en la calidad de las condiciones de trabajo, siendo la cama del hospital lo que viene después: los agobios, los malestares, las frustraciones (explicación para “dummies”). Las “nominaciones” están a la orden del día en el mundo laboral, sobre todo si eres una inexperta e indefensa cobaya en manos de un científico apasionado que solo piensa en como llegar al fin de sus experimentos, considerando que el animal no es mas que un animal y que existe para ese goce y disfrute del señor de bata y guantes.

Desde pequeños, nos lavan el cerebro con la idea del estudiante modelo, con la máxima del “estudia para ser alguien de mayor”, con la mentira del trabajo. Tanto sacrificio no te da la opción del “ser”, sino mas bien de la del “puede que seas”. Un sacrificio mucho mas grande de lo que resulta ser el premio final, que es una auténtica basura. Y después de todo uno debe estar agradecido…

A menudo somos juguetes del azar y el destino, en los cuales no creo (no existe la casualidad, sino la causalidad), pero si materializamos lo abstracto, podemos llamar azar al conjunto de acciones ajenas a la persona de uno, que afectan directa o indirectamente a nuestra vida. Si algo aprendo a diario, es que soy moneda de cambio de las incompetencias y caprichos de los demás, haciendo que mi tiempo, mi vida, mi espacio,… no sean mas que una espiral que gira en torno a un eje que no controlo, y que jamás podré controlar.

Las empresas son sectas que solo buscan el sacrificio de sus fieles obligados, para la obtención de un beneficio único que busca el enriquecimiento de unos pocos y el sudor y la sangre de unos muchos… el modelo de sociedad tercermundista. Son esos muchos los que carecemos de derechos y saturamos de obligaciones nuestras horas del día a cambio de un pobre salario que debemos agradecer al empresario, puesto que nos ha otorgado el don del empleo.

Cada vez surgen mas y mas normas y leyes para la protección del trabajador, pero debe ser que duermen en algún estante o en alguna despensa a la espera de que se acabe el papel higiénico para ser usado en el ritual de algún señor en su comunicación con “Don Roca”. La mierda que mancha esos derechos son los que convierten a España en un país joven, pero cansado; rebelde, pero acomodado; 1,5er mundista, pero necesitado.

Solo hace falta actitud, solo son ganas, ganas de poder ofrecer a un conjunto de personas unas condiciones dignas de empleo para poder sobrevivir en este difícil país del viejo mundo en el que una moneda comunitaria ha puesto precio a nuestras vidas, que siguen siendo igual de precarias y con los mismos pocos recursos que antes de aparecer la común unión con el resto de países, que si que han visto sus vidas adaptadas a los nuevos vientos que han soplado.

Soy español y jerezano hasta la médula, solo esperemos que no tenga que recurrir a un transplante total o parcial de la misma para poder seguir adelante.

3 comentarios:

Xavi Vragas dijo...

La cosa es así.
Ahora tú decides ... lucha y asesina o tus jefes, o aceptas y te quedas dentro de la máquina.

Unknown dijo...

Pues ha salir adelante, como siempre se ha hecho contra las adversidades... animo ;)

dariadanti dijo...

Gracias :)