martes, 15 de septiembre de 2009

Real como mi vida misma...

¿Por qué me pongo tan triste cuando pienso en aquellos días?¿Será que añoro la felicidad pasada? Lo cierto es que fuí feliz. Me pasé el tiempo estudiando como un imbécil, hasta sacar el curso, mientras te amaba como si nada mas importara en el mundo. ¿O será por lo que mas tarde descubrí , por la sombra que ese descubrimiento tardío arroja sobre aquellos días del pasado?

¿Por qué? ¿Por qué lo que fue hermoso, cuando miramos atrás, se nos vuelve quebradizo al saber que ocultaba verdades amargas? ¿Por qué se oscurece el recuerdo de unos meses felices de matrimonio cuando nos enteramos que el otro tuvo un amante durante todo ese tiempo? ¿Acaso porque en semejante situación no se puede ser feliz? Y, sin embargo, ¡era feliz! A veces un final doloroso hace que el recuerdo traicione la felicidad pasada, aunque no haya llegado aun ese final, ¿o sí?. A lo mejor es que la única felicidad verdadera es la que dura siempre. Porque sólo puede tener un final doloroso de por sí, aunque no fuéramos conscientes de ello, aunque lo ignorásemos. Pero un dolor inconsciente e ignorado... ¿es dolor?

6 comentarios:

dariadanti dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
dariadanti dijo...

Esto no es mío, solo lo he adaptado.

Pilar dijo...

holaaa cuanto tiempo esperando que escribieras bueno supongo k el amor es una pizca de dolor a veces demasiado pero que maravilloso es amar.Estoy contenta de leerte

Cikatrizes dijo...

Porque a veces preferiríamos no conocer nunca a esas personas para luego no echarlas tanto de menos.

He vuelto.

dariadanti dijo...

Ya he conocido en mi vida a demasiada gente a la que luego tengo que echar de menos.

Últimamente esta sensación se me ha vuelto caprichosa, pues la primera mitad de la semana echo de mas, y la segunda mitad echo de menos.

carmen dijo...

En casos como éste lo mejor es intentar recordar solo lo bueno, separar los momentos felices de los amargos aunque estén intrínsecamente unidos, y que a la hora de recordar solo veas las sonrisas llenas de ilusión, las conversaciones de horas o los paseos de enamorado...