sábado, 30 de mayo de 2009

Flexionando, reflexionando e "inflexionando"

Otro mas, otro punto de inflexión en esta delgada línea a la que yo suelo llamar, por cuestiones sentimentales y de apego, vida.

Tarde o temprano (mas bien temprano) tenía que llegar el momento de la verdad. Solo entonces iba a decidirse cuanto vale mi autoestima, cual sería la pendiente que me llevaría al cielo o me dejaría arder en los infiernos y, como siempre, ha sucedido lo segundo, así que toca remar contracorriente, toca escalar con pies punteras, toca olvidar y apuntalar nuevamente.

¿Cuánto soporta un edificio en ruinas? Los buenos consejos y los halagos hacen que no desluzca tanto la fachada, aunque fuera solo durante 10 minutos, el tiempo de buscar refugio y sentirse nuevamente en la cómoda fatalidad del hogar. ¡¡¡Mas puntales, por favor!!!

En realidad lo he sabido llevar bien, la cosa no ha estado tan mala como en anteriores ediciones. Lo malo el resultado… el resultado y lo que está por llegar. Las largas tardes de cielos cubiertos de nubes, las fuertes tormentas que cubren el suelo de lánguidas gotas que embarran el piso, las noches de insomnio pensando en lo que pudo ser y nunca será, en la perfecta imperfección que ha calado en este humilde y negruzco corazón, tan inocente como un niño, tan inexperto como un adolescente.

Me he creído promesas de oasis, me prometes una orilla, todo a regañadientes, pero yo estoy seguro de que delante mía solo existen dunas y olas, olas y dunas, para hartar, para aburrir, para amargar. No habrá segundas partes, ya me lo has dicho, solo querías probar, aparecer como si nada a riesgo de provocar caricias llenas de pasión y de miedo. ¡Segundas partes siempre fueron buenas! Hazme caso, pero se que me ignorarás, que la avanzada red de comunicaciones se convertirá en una agujereada retícula que hará coincidir sus erráticos agujeros con mi ilusión.

El mundo es un circo y yo soy el payaso. “¡¡Señoras y señores!! Una vez mas, en pista central, el señor payaso… ríase la vida de él”

sábado, 16 de mayo de 2009

Abonado al fracaso

No me salto ni una sola de las citas con él.

Cada paso que doy en esta vida contempla unas altas dosis de esta sustancia indeseablemente adictiva que se pega a los glóbulos rojos como si de un fuerte adhesivo de tratara.

Hoy he vuelto a sentirlo de cerca.

Se materializa en rostros jóvenes, en bellas facciones, en profundidades de iris y córneas que forman un paraíso adornado con unos arco iris que se que no me duran mas que el momento de pestañear. Otra veces se manifiesta en defectos, en disparos erráticos que normalmente hieren al inocente que pasa mas cerca del lugar del atentado, aunque ese inocente siempre sea yo.

En la soledad y austeridad de mi riqueza me da por pensar si la política de formateo mental es correcta o no, si quizás debería volver a desafiar a las leyes de la sociedad o si en cambio debería seguir contentándome con mi estabilidad hipócrita. Ella es la que me hace creer que todo debe ir bien, que todo saldrá bien, la que me miente mas que me habla y me ciega para que no pueda observar la puta realidad, que desfila ante mis ojos (abiertos en la vida o cerrados en el sueño) y me manda mensajes subliminales indicándome que el camino es único, aunque sea un calvario y una muerte garantizada.

Estoy seguro de que soy un cobarde, un desgraciado, un chiste de la ley de selección natural. Estoy seguro, también, de que haga lo que haga, pase lo que pase, mi felicidad depende de mi dependiente independencia. Estoy seguro, hoy mas que nunca, de que estoy abonado al fracaso mas simple e integrado de la raza humana.

lunes, 11 de mayo de 2009

Bajo reformas

Todo mundo se estructura en base a un complejo y a la vez sencillo sistema de apoyos y cariños.

Como toda estructura, un terremoto puede llegar a derribarlas en un momento determinado de su existencia. Los terremotos no solo tienen lugar en un espacio concreto del mundo sino que pueden ser simples momentos temporales que pueden dar un vuelco a todo lo conocido actualmente.

Cuando a esa estructura empiezas a quitarle apoyos, el conjunto se tambalea e incluso se derrumba, por lo que hay que apuntalarla para evitar males mayores.

Yo apuntalo mi corazón hoy a base de golpes en el hipotálamo. Gotas y gotas de diferentes conjuntos químicos se agolpan en mi memoria para hacerme olvidar que un día tuve predilección por morirme por quién no debería poder vivir, por quién jamás podré tener, a ese león salvaje que puede herirme a mi mas que yo quererlo a él. Cada dedicatoria que te hago flota con burbujas de un aire que poco a poco deja de inundar mis pulmones.

También apuntalo el sentido común que me une con el mundo. Esos lazos estrechos que hacen que yo no sea una partícula independiente que se mueve de manera aleatoria, sino que mi movimiento se vea implicado en un sistema de ecuaciones con miles de incógnitas. Tantas incógnitas que la incertidumbre es la única respuesta, que no solución. Hoy, precisamente, cada palo se convierte en una “x”, una “y”, una “z”,…

Apuntalo mi sistema imaginativo para que no se desvíe allí por donde no debería caminar. Prefiero usar la imaginación de otros como alimento mental, como forma de que mi mente no sienta el hambre que puede saciar inventado historias de ciencia-ficción que solo llevan a que los propios puntales que coloco se precipiten al vacío y arrastren mi estructura mental en una caída libre, quizás sin fondo.

Lo mejor que puedo hacer es vivir con piloto automático, pensando únicamente en que mi rumbo no cambie demasiado en la ruta del bienestar que me permita vivir con una felicidad mínima, aunque sea fingida.

El objetivo es mirar hacia delante y dejar detrás lo que debió olvidarse y no ser recordado.

martes, 5 de mayo de 2009

Despertar

Tu presencia me hace daño,
me complica, me lastima,


me detiene y me empuja
a un destino que encamina


rumbo a un pasado negro y duro,
a un presente sin futuro.