viernes, 7 de diciembre de 2007

Pensamiento lejano

La apenada chica abrió un cajón y, como si la madera que formaba el cubo contenedor quisiera enviarle un mensaje, un papel salió disparado hacia el suelo. Pensó en dejarlo ahí, pero la duda de si sería o no un papel importante, le hizo agacharse y abrirlo con prisa…

“Cuanto sentimiento retraído, cuantas palabras que se van volando, cuantos sueños incumplidos…

Aun recuerdo que te recuerdo, aun tengo la espinita clavada de convertir un parque al que nunca fui hasta entonces en el mejor lugar donde jamás estuve. Aun recuerdo que apenas me miraste y ese fue el mejor mirar. Y tus palabras… no me acuerdo de tus palabras, aunque tengo tu voz clavada en mis oídos.

Suavidad, dulzura y ternura, por encima del abrigo que evitó al frío tocar tu piel, pero tan desgraciada tela que me lo impidió a mi también. Mas tarde si que llegó el momento soñado… tu en la playa, yo siempre a tu lado, tu tumbada, yo soñando, tu brazo extendido y mis dedos rozando el cielo. Con ternura, con timidez, sin mas fuerza ni amparo que el de mi corazón, latiendo, agresivo, expectante, prófugo, estúpido.

Nunca llegué a verme junto a ti, pero la esperanza no se pierde, sino mas bien te abandona ella, tu jamás quisiste dejarla marchar. Y digo tu por no decir yo, porque es tan doloroso y ha pasado tanto tiempo que mas que un amor pienso en tener una enfermedad crónica, de síntomas dorados en cabellos y azules en ojitos, blancos en piel y rojo, muy rojo, tanto como la sangre que recogió un veneno invisible, de los peores, de los que matan el alma haciendo que ésta abandone al cuerpo.

Puñalada en mi pecho, en el centro, rozando el corazón justo por su centro y dando lleno en el. Ya no vives sola, ya no tienes una vida circunstancial, ya no te amoldas al entorno, sino que tu entorno solo sabe mirarte y admirar tu belleza. Ya no demandas amor, andas empachada de amor, un amor que te sacia hasta empujarme al abismo de tu felicidad, de una felicidad ajena a todo aquello cuanto imaginé. Siempre soñé con no precipitarme en el, soñé con agarrarme a una de tus ramas, de las que no se rompen, de las que acogen en sus hojas, dando todo cuanto puedo necesitar… aunque cambio todos mis sueños solo por verte sonreír.

Dicen que la distancia es el olvido, pero aun sabiéndote lejos, te siento junto a mi porque no existe el día en que no piense en ti, alejándote de todo olvido posible. Imposible mas cerca. Tanto tiempo sin ti, ni contigo… al final ni siquiera tu amigo, pasando días, pasando semanas, pasando meses, volando años, navegando recuerdos.”

Y sintió que un escalofrío le anunciaba la inminente llegada de un arrepentimiento.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Últimamente...

Últimamente ando algo cansado de ver como mi reloj no se queda sin pilas, cansado de ver como el tiempo va envejeciendo un rostro que debería ser joven pero que se va ajando con cada mirada que echo a mi alrededor.

Últimamente mis nervios me estremecen en cada sueño haciendo que me despierte mil y una veces en mil y una noches, haciendo que cada bocado solo desee ser el anterior al siguiente y que el siguiente sea el último para irme a no hacer nada.

Últimamente rezo, le pido a Dios o a quién quiera que sea el que nos observa desde algún lado del cielo que marca la creencia popular que mi vida cambie, que me conserve la salud y la de los míos, pero que mi vida cambie radicalmente, que sepulte en mi alma a quienes me llamaron “amigo” algún día y que un rostro fresco e iluminado me sirva en bandeja un corazón lleno de emociones.

Últimamente me siento sucio con las tareas mas dignas, me siento culpable redactando este tratado de inocencia. No se que hacer ni que decir para coger un poco de aire que me ayude a seguir adelante, solo pequeñas ilusiones que solo hacen transformarme en un ser materialista y asquerosamente cubierto de pequeñas riquezas banales que no sirven mas que para seguir alimentando la batería de la pila de mi reloj. Seguramente la sonrisa que acabo de esbozar solo sea pensando en esas cosas.

Últimamente me ahogo, me asfixio, me siento preso de una claustrofobia aplastante, pero también tengo miedo a abrir la puerta del sótano y que la luz del sol me ciegue tanto que no sea capaz de ver realmente lo que hay ahí fuera.

Últimamente me animo yo solo, “vamos dile algo, mándale un mensaje, un email si acaso”, pero la parte de mi que me anima necesita mas ánimos que la otra, por lo que últimamente cierro los ojos y me echo a dormir soñando, cuando puedo, con mis cosas banales.

Últimamente envidio a todo el mundo, aun sabiendo que lo están pasando peor que yo.

Últimamente siento rabia al ver tus fotos, y miedo al verte a ti. De un tiempo a esta parte ha cambiado mi forma de verte. Ya no me obsesiono por ti, ya no te miro con los ojos que se mira a una persona que fue tanto en mi corazón, que por mucha terapia de olvido que intente, nunca sales de mi interior. Últimamente no te quiero, sino que te odio.

Últimamente y siempre, tengo los pies en el suelo y se quién merece lo mejor de mi y quién lo peor de mi, y se demuestra en cada día, en cada palabra, se demuestra cuando estoy feliz, cuando estoy triste, cuando estoy aburrido, cuando estoy preocupado, ilusionado, desilusionado, hipocondríaco,…

Y es que últimamente ni siquiera se quién soy.

lunes, 24 de septiembre de 2007

El Hombre Sin Historia

La historia nos tiene guardados a todos un lugar privilegiado, un lugar que será recordado en mayor o menor medida por sus congéneres y allegados… a todos menos al “Hombre sin Historia”. A riesgo de parecer un nombre tópico y consecuentemente añadido al personaje, fue el elegido por él, por lo que no tiene el mas pequeño ápice de duda.

Escuchar llover, ver la vida pasar, escuchar el canto de los pájaros, ver pasar un tren, escuchar palabras desordenadas, ver una pared en blanco, escuchar el zumbido de una mosca, ver caer las hojas de los árboles,… y no decir nada. De eso trata la vida de nuestro personaje, ese es el guión principal del Hombre sin Historia en este mundo.

Es la persona que pasó desapercibida por todo aquel lugar que pisó.

Es a quién nadie echaba en falta cuando se largaba.

Es aquel que lanzó besos que se estrellaron en muros de prejuicios.

Su vida nunca fue gran cosa, tampoco tiró cohetes a la mínima que puedo hacerlo, pero si que intentó calar en los corazones de quienes si le importaba, aunque en pocas ocasiones lo consiguió.

Un día decidió salir a pasear por su calle, solo, como siempre, y miró por las ventanas de sus vecinos, pero solo de las que estaban iluminadas, ¿eh?

-Miró en la primera y vio un beso… y echó de menos todos los que le negaron.

-Miró en la segunda y vio a su vecino tumbado… y pensó en las veces que tuvo que cargar peso trabajando.

-Miró en la siguiente y vio una familia… y recordó el dolor de su nariz ante el portazo que le dieron un día los suyos.

-La siguiente ventana estaba a oscuras, pero se podían oír los gritos y risas de niños.

-La siguiente ventana tenía una luz muy radiante, y dentro podía escucharse un poeta improvisando. Pero sus poemas eran felices y positivos… y sacó una hoja de su bolsillo, la leyó por enésima vez, la arrugó y la tiró al suelo.

-Otra ventana mas… y otro beso, y en la siguiente otro mas… y miró dentro de su pecho y vio que su corazón dejaba de latir, cada vez mas pausado, cada vez mas vago, cada vez mas… menos.

“Una mas y me vuelvo a casa”

-En la última ventana vio una fugaz sombra, la reconoció, era su alma complementaria, pero se había marchado, había subido unas escaleras y había empezado a reir y a jugar con otra alma mas.

Enseguida entendió que hoy no era el día mas indicado para que nadie saliera a saludarle, así que volvió por el mismo camino para alcanzar su casa, y volvió a ver el beso, y el otro, y al poeta, y miró la bola de papel que había tirado antes (tuvo la tentación de cogerla pero la pateó y la mandó lejos). Volvió a escuchar a los niños, y a la familia, y envidió a su vecino que seguía durmiendo confortablemente y, por último, el otro beso.

Encaró su casa, de luces apagadas, la alfombrilla de la entrada estaba doblada, el buzón tenía pegado un papel de caramelo con un chicle (¡¡gamberros!!) y en el suelo un pequeño charquito… ¿qué mas da pisarlo si siempre vuelve a salir? La llave no entra… es la equivocada, así que se detiene y busca la correcta. Abre la puerta. Entra en casa. Cierra la puerta. Se apoya en ella. Se dejar caer deslizándose con su espalda. Mira su solitaria vivienda y rompe a llorar.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Mas de cien motivos...

No tengo ilusiones, no tengo remedios

Ni tengo cojones de irme de en medio.

No tengo la vida que había elegido

Ni palabras que cuentan todo lo sufrido.


No tengo amores, pasiones que matan.

Ni tengo el virus de desilusiones.

No tengo cadenas de plata que atan

Ni tus entretelas, ni mis corazones.


No tengo amigos, no tengo más almas

Y se lo que digo, razones no faltan.

No tengo estudios, ni falta que hacen

No sirven de nada si alguien los deshace.


No tengo unas flores para tu sonrisa

Ni encuentro la forma de ser educado

No puedo moverme a tu paso y con prisa

No puedo jurarte que me he enamorado.


Mas de cien putadas, mas de cien motivos

Para ir mandando mi mundo a la mierda.

Mas de mil razones que no he conseguido

Que en toda mi vida, alguien las entienda.


No tengo la fuerza que te has encontrado

Ni tengo un flequillo como abanderado.

No tengo los dones de la independencia

Mas tengo dolores, fatiga, impaciencia.


No tengo obsesiones que minan mi ego

Ni tengo mil formas de ser quien parezco

No tengo un amigo, cien por cien de apego

Ni tengo un consuelo en quien mas detesto.


No tengo familia unida y cuantiosa

No tengo promesas de mil y una cosas.

No tengo un sueldazo que alivie mis llantos

No tengo una voz que acaricie mis cantos.


Un coche sin ruedas, una casa sin puertas

Nadie a quién beso cuando se despierta.

Trabajo tirado en esa basura

Que siempre recuerda esperanzas futuras.


Mas de cien putadas, mas de cien motivos

Para ir mandando mi mundo a la mierda.

Mas de mil razones que no he conseguido

Que en toda mi vida, alguien las entienda.


No tengo sarcasmos, ni escritos de apoyo

Espacio tan muerto hundido en el hoyo.

Compactos tirados, vinilos que suenan

Recuerdos de fotos cubiertas de arena.


Tormentas sin rayos, estruendos fatales

Torrentes de agua en los ventanales.

Despiertan mi pena, mi melancolía

Rebosan mis trenes fuera de sus vías.


No tengo esperanzas, de verte a mi lado

Tan rubia, tan guapa, reflejo olvidado.

Tan cerca y tan lejos te llevas mi nube

Regresas al cielo que algún día tuve.


No tengo ni cuerpo, ni pelo, ni ojos

No puedo cumplir ni mis sueños ni antojos.

No puedo contarte todo lo que quiero

Que sueñes conmigo como yo te sueño.


Mas de cien putadas, mas de cien motivos

Para ir mandando mi mundo a la mierda.

Mas de mil razones que no he conseguido

Que en toda mi vida, al fin las entiendas.

martes, 28 de agosto de 2007

Cuando la vida golpea...

Cuando la vida golpea, suele hacer sangre.

Quiero aprovecharme frívolamente del tirón de la historia de Antonio Puerta y tener una excusa más para escribir algo.

Un chico más joven que el que redacta estas palabras, un hombre sano, deportista, casi perfecto físicamente…. Casi perfecto. Un mínimo defecto en el corazón destruyó cualquier indicio de soñar con una vida que, al margen de lo podrida que se planteaba con las desorbitadas cantidades de dinero que movía su futuro con un pie enroscado en una bota y golpeando una pelotita, estaba en su plena flor. Hora de entonar el “no somos nadie”, hora de aflicción por lo cerca que nos queda este inmenso derechazo de la puerca vida a todos los rostros andaluces y españoles en general. Algunos rostros cicatrizan rápido, pero los acariciaban el cariño mas familiar y adorable de Antonio Puerta como padre, como madre, como amigo, como esposa, como próximo hijo, siempre mantendrán su herida abierta y sangrando.

La muerte no entiende de edades, solo cumple el guión que le dicta el caprichoso director de esta obra de teatro.

El mundo tan asquerosamente famoso y propio del fútbol hace que nos olvidemos de otras tantas personas. Parece que solo ha muerto Antonio Puerta, parece que no queremos abrir los ojos mas allá del fútbol, mas allá de lo que las televisiones quieren que los abramos. Y hablo ahora de dos grandes artistas, cada uno de lo suyo, cada uno con su humor, su personalidad, su carácter…. Emma Penella y Paco Umbral.

Carreras alargadas como una sombra vespertina. Profesionales tan grandes como un saco donde entran todos los años que han peleado por llegar a donde han llegado. Cada uno con sus achaques, cada cual a su rollo, pero ambos inmensos.

“He venido a hablar de mi libro”

“Váyase señor Cuesta, váyase….¡¡chorizo!!”

Un jerezano asesinado por ucranianos o rumanos.

Una mujer asesinada por su marido.

Una pobre ancianita que muere sola en su pisito de Santo Tomás con 90 años.

Un niño que cruzaba a carretera persiguiendo el balón que se le escapaba.

Un obrero que cae desde un andamio.

Un bebe que nace con alguna deformación o carencia e algún órgano.

Una mujer que sufre cáncer de mama.

Un hígado cirrótico de un alcohólico mas cirrótico aun.

Una niña que jugaba en Bagdad justo antes de un ataque mísero y cobarde.

Un negrito que muere de hambre en Somalia.

Un chino que muere ahogado en una inundación.

Un peruano encontrado con su último aliento de vida bajo los escombros de su casa.

Un profesor que viajaba hasta su escuela y que nunca pasó del Pozo del Tío Raimundo.

Una adolescente secuestrada por algún inmigrante.

Todos los días muere gente, de mil razas, de mil maneras, con mil historias.

Descansen en paz todas ellas.

domingo, 19 de agosto de 2007

A mis queridos...

A mis queridos…

Podría empezar esta especie de testamento dando gracias, pero no me apetece. Desde mi lecho de muerte, sintiendo el suave contacto de las sábanas frías recién estiradas me “animo” a escribir lo que presupongo son mis últimas palabras a este mundo.

Este mundo… el culpable de todo.

Nunca he sido demasiado exigente con la vida, nunca he pedido algo que sobrepasara los límites de la viabilidad propia de una persona normal y corriente porque, y sin que sirva de bandera blanca de rendición, siempre he sido una persona normal y corriente.

Una familia, la que tengo a mi alrededor dándome la mano, poniéndome paños húmedos en la frente, acercándome la sopa a la boca cuando no puedo ni moverme,… la que me acaricia el corazón, siempre con seda, a veces con espinas. Dicen que en la vida tenemos dos familias: con la que nacemos y con la que morimos. De la primera rumorean que es una familia falseada, obligada, pues no podemos elegirla y con la que tenemos que acostumbrarnos a vivir. La segunda es la familia que elegimos a lo largo y ancho de nuestra vida, la que tendremos a nuestro lado pase lo que pase. Si tienes suerte, podrás disfrutar de las dos familias. Yo he tenido la suerte de disfrutar de una única familia, primera y segunda, siempre ella. Siempre a mi lado.

La que pudo ser y fue mi segunda familia, pero que ya no lo es, solo me amontonan recuerdos, ni positivos ni negativos, solo recuerdos, balanceados con extrema precisión teniendo en cuenta milímetro por milímetro lo que fueron todos y cada uno de los minutos que pasé con ellos. Muchos minutos buenos, muchos minutos de dudas, muchos minutos de traición,… demasiados minutos. Un trozo de mi muere hoy con ellos, ellos mueren con esta muerte.

No me siento orgulloso de lo que he vivido porque esperaba vivir mas, aunque estoy feliz porque de una vez por todas, me voy de este mundo a uno que, ni mejor ni peor, será distinto. Un nuevo mundo donde seré nuevamente, como en otros muchos momentos de mi vida, un recién llegado, “el nuevo”, el infinito desconocido silencioso que pasa a ser el amigo que no calla… y que su voz dure por siempre. Ojala algún día…

Mi testamento no deja herencia, ninguna mas allá que la que cada uno estime oportuno guardar en su corazón, reservándole un asiento de primera fila o un oscuro rincón. Cada cual con su corazón. Pero quiero dejar claro que no voy a dejar nada material a nadie, principalmente porque nunca lo tuve y, ahora, en mi lecho de muerte menos aun. Conocimientos los que queráis, servíos vosotros mismos. Experiencia la de un anciano que sabe de que pie cojea mas de uno, de que pie cojea una vida que no ha vivido, a la que solo ha conocido de oídas. Dinero, ya he dicho que ninguno, pero riquezas muchas.

Desde mi sillón, delante de los ojos del mundo, os deseo una vida repleta de la guerra del amor y de la paz de la guerra, pero lejos de mi. ¿Por qué me voy? Porque me habéis matado. Y sin ser ningún tipo de Mesías ni nada por el estilo, si que puede ser para ti el mismo Dios que tu has sido para mí hasta este momento. Un Dios al que si recé, un Dios en el que si que creí, un Dios en el que busqué todo lo que no me daba el otro Dios. Sin embargo, dicen, el otro Dios es misericordioso y tu eres rastrero, el otro Dios es único y tu no eres nadie, el otro Dios vela por todos y cada uno de sus hermanos y tu los desprecias. Así te va… siempre en las nubes.

Recuerdo una a una las caras de todas las personas que han provocado que acabe como todo acaba… y en parte siento rencor, pero en parte siento que cada uno ha hecho lo que tenía que hacer. Por supuesto, ese deber individual no atendía a estupideces de un alma más colectiva que el que cada uno ha querido establecer. Nadie vende duros por cuatro pesetas, aunque si metemos el dinero en esto… Y como siempre, si viajas solo, el viaje se hace mas largo… tan largo que al final decides que no sabes si quieres seguir viajando en esa dirección, te paras en la próxima estación y buscas un enlace hacia una nueva ciudad donde te espere una segunda o tercera familia de acogida.

A mis queridos amigos… con los que he tenido tantas y tantas historias, con los que cada partida de mus o de dominó era la mejor de todas, con los que cada vaso de vino sabía a gloria… os echaré de menos.

A mi querida mujer… a la que nunca llegué a conocer realmente, tan solo en sueños que invadían mis labios con su húmedo corazón. Cada sonrisa tuya era la mejor, aunque no solieras mostrarla. Cada caricia tuya, cada consejo, cada mirada de complicidad, cada vez que estabas conmigo… era feliz, y así muero triste.

A mis queridos…

lunes, 6 de agosto de 2007

Un desierto de mentiras.

Ya voy por el tercer whisky, empiezo a sentir la nube sobre la que me siento y que no para de moverse… y Nicanor solo hace rellenarme el largo vaso de tubo una y otra vez. Al principio me cuesta, luego se vacía, y al final se arrepiente. Tiene un cuadro, hay arena, una palmera,… un reflejo de una mujer junto a la máquina de tabaco…Cierro los ojos.

Soy un pobre aspirante a cadáver que camina y camina por un lugar muy peculiar. Es un lugar que solo tiene suelo, techo y un gran sol, mas ardiente que ninguno, pegado en lo mas inalcanzable. Por la experiencia se que el sol calienta, pero este lugar desértico es frío, helado mas bien, aunque da mas sed que ninguno otro en el que haya estado jamás. No se como ni porqué estoy allí, pero estoy. Se de sobra el tiempo que llevo en él… demasiado, y para nada me imagino cuando podré aliviar mi situación.

La primera mentira a la que me enfrento es la propia arena del desierto. Antes sabía sobrellevar este problema, antes mis piernas parecían no dar importancia al enorme empuje inverso que la arena ejercía sobre mi movimiento. Ahora la cosa ha cambiado, y cada grano de arena me frena tanto o mas como lo haría un muro de hormigón. Eso sin nombrar que cada paso hunde mis pies, seguramente queriendo atraparme y decirme “Para ya, quédate aquí”. El tiempo cuando agarra, no suelta.

El cielo no me miente, pero me ciega. Está ahí, tan azul, sin nubes, repleto de estrellas por la noche, cada una con su luz. “Seguramente han alcanzado la felicidad”, me digo, pero luego recuerdo que una estrella se ilumina cuando lleva miles de años muerta. Quizás sea lo único que me queda, quizás solo pueda hacer de cada cosa una falsa ironía con la que reírme, una impostura con la que actuar, una mentira con la que ser un falso feliz. Pensar A, pero suponer B, aunque no sean ninguna de las dos.

El sol es el más bonito de todos, pero también es el más mentiroso. No solo no me da el calor que yo pensaba que daría, sino que me mata de frío y me deja deshidratado. Y para colmo, se me olvidaba, estoy en un desierto. No hay agua.

Quiero un oasis. Allí hay agua, hay sombra, puede incluso que haya animales o frutos con los que poder alimentarme y descargar esto que me apresa y me apena, al menos durante un tiempo. Una silueta al lejos, viene alguien. Camina deprisa… viene en camello… que suerte tienen algunos. Seguro que además lleva agua, y todo sin esfuerzo. Vaya mierda de vida, la justicia brilla por su ausencia.

¡¡Quieto!!...¿Qué es aquello?... ¿No será…? ¡¡SI!! Corro lo más rápido que puedo, me tropiezo con las dunas un millón de veces, el sudor me inunda los ojos, y escuece. Vaya… un maldito espejismo. Es lo peor de andar por este desierto metafórico, que mi mente es muy inocente y se deja engañar por el sol.

No había sol, no era eso lo que veía, para colmo me invento historias que se de sobra que no van a llegar a ningún lugar. Al menos durante este tiempo he sentido la ilusión, al menos he saboreado la esperanza,… pero para nada. Solo una mirada del sol, solo un gesto del cielo, solo una mentira de la arena han bastado para pensar que era real. ¡¡¡Yo lo sabía!!!

¿Cómo puedo ganar tanta esperanza con tan poco? ¿Cómo puede ser que existan tantos camellos por ahí y tantos oasis y ciudades, y aun no haya conseguido llegar a ningún sitio donde parar un tiempo? Será que no me esfuerzo lo suficiente, será…, pero quiero ser como los demás, quiero encontrarme un camello, quiero correr hacia un espejismo y darme de bruces contra la pared de una casa o contra un cocotero. Quiero bañarme en las aguas calmadas de un charquito, con estrellas o sin ellas, pero húmedo, suave,… apagar mi sed y dormirme con una sonrisa en la boca.

De momento, solo puedo mentirme e ilusionarme con historias que no existen. Mas vale que me vaya a casa, a ver si sueño algo bonito y recupero fuerzas, que mañana será un día mas largo y peor que el de hoy.

viernes, 27 de julio de 2007

Cantares con espinas

Cantares que son sentires, sentires que son puñales, ninguna rosa sin espinas, todas con clavos en el tallo. Y no aprendo, siempre veo la flor, colorida, aromática, y la cojo, sin pensarlo, y me clavo sus espinas hasta el fondo.

En la flor de esta noche, una espina gorda por un sentir negativo. De la calle vendrán y de tu casa te echarán, o lo que es lo mismo, el olor a alejamiento, a marcha, de un tipo de adiós lento y doloroso. Un robo a mano armada con armas que nadie mas puede controlar y que entontece al mas listo de los pecadores, que envilece al mas noble de los guerreros y que saca la espada del rey Arturo de la piedra si es preciso. Otro viejo dicho, pero ya está bien por esta espina.

La flor más bella, camina sin cuidado, acera abajo y yo cuesta arriba porque solo me impongo la pendiente. Al principio solo fue margarita, luego geranio y, por último, un clavel hermoso, un tulipán con raíces profundas en la tierra. Una espina que lleva años arañándome la piel pero que nunca se clavó, ahora empieza a abrirse paso entre la dermis y la epidermis, entre mi espalda y esa pared, entre el alma y el cuerpo. El plan es claro, no tengo plan, solo su nombre, su casa y su imagen… y mucha indiferencia porque, aunque el girasol sea feo por fuera y cuando quiere pasa del sol, tiene unas pipas muy sabrosas en su interior. Y eso que las pipas son adictivas…

Y es que la vida, el destino, Dios,… quién coño sea, es cruel y me está puteando. ¿Por qué ha tenido que pasar esto segundo hoy? Con lo bien que yo estaba con la única ilusión de ser humano y dormir, con lo bien que yo estaba con su canción recién acabada pensando en que solo es un cuento inventado por mí. Y aun sigo pensándolo, pero es que cuando me siento en esta mesa y Nicanor me sirve otro whisky solo, con dos peces de hielo, solo hago recordar lo que no debo. Menuda gilipollez, menudo idiota estoy hecho por usar mi imaginación y mi memoria en estos menesteres, con lo bien que se debe vivir siendo tonto.

O lo bien que se debe vivir con la flor en el culo, con los regalos de los dioses, con la sensación de vacío, pero relleno de todo aquello que importa. Al final el vacío es otro cuento mas que solo nos lo creemos los que vamos por la vida de listos sin ver como es la realidad, o siendo tan listos que falseamos la vida a favor de una alegría fingida. Y yo ya he llegado a consolarme con el “al menos estoy vivo” y con pensar en lo bello que son los árboles, en los pájaros, en todo lo que me rodea, en como sería mi vida sin mi, y al final me consuelo porque quiero, porque el mundo siempre puede ser peor (aunque a veces le recuerdo a la vida que podría se mucho mejor).

Tres cosas hay en la vida, que son: salud, dinero y amor. Lo primero es lo que me mantiene vivo para seguir viéndolo todo negativo. Lo segundo y la manera de obtenerlo es un continuo tormento que me hace sentir el fracaso en los labios de cada instante. Lo tercero… solo me hace falta ella.

domingo, 22 de julio de 2007

El robobo de la libertatad

Cuando en 1975 murió el bastardo más grande jamás conocido en lo que conocemos hoy día por España, el pópulo respiró aliviado. Al fin acababa una era de asesinatos, de opiniones sumidas en el barro, de vidas irrelevantes y, también, de censura.

Treinta y dos años después de aquel genial lance, y después de mil lluvias, nos encontramos con un hecho retrógrado y obsoleto, con algo que pareció irse por el desagüe con el cadáver más enano y más maricón. “La pena por injurias a la Corona es de hasta dos años de cárcel”… pues menuda es la “gracia de Dios”, que en tiempos donde la libertad de expresión y la idea de la suprema importancia del individuo humano y de su vida (con todo lo que conlleva) siguen viéndose coartadas por los caprichos de los vividores del país.

¿Acaso no follan los principitos?, ¿acaso no cagan?, y lo digo de la manera mas vulgar y coloquial posible para multiplicar los efectos de las dos cuestiones. Se supone que son personas como los demás desde el punto de vista biológico y más animal, se supone que tienen las mismas necesidades que el resto de la población, se supone… Pero la vida nunca se cimentó en suposiciones y si en castillos en el aire. Y que mejor símil, que el de los castillos, construidos a base de mentiras y de falsas creencias para elevar al altar mas distinguido a una familia que poco a hecho por este país como tal, sin dejar de reconocer que mi único rey verdadero es aquel que nos libró de la prolongación de lo que parecía inevitable. Los demás, ni pinchan ni cortan en mi mente ni mi corazón.

¿Y no pensó el señor principito que el estilo de vida que lleva a costa del sudor y la sangre del resto de españoles tiene unas consecuencias?, es decir, que tiene un precio. Ser un personaje público está de moda, ser alguien archiconocido es un concepto muy goloso y, normalmente, supone abarcar grandes sumas de dinero con las que poder vivir de la manera más cómoda sin dar un palo al agua. ¿No parece buena razón esta para soportar carros y carretas? Por el dinero anual del que disfruta su gran alteza censora, me dejo fotografiar en pelotas y follando con Carmen de Mairena, sin dudarlo. Porque no sabemos si quizás a Felipe le gustaría vivir como un currela de a diario, manchar sus lindas manitas con yeso, cemento o alquitrán. A lo mejor prefiere el señorito tener que levantarse a las seis de la mañana de lunes a sábado y afrontar con cada canto de gallo una jornada de nueve horas, quizás prefiera eso.

Del Olmo, juez y a parte, terrorista de los derechos y de la información mas divertida de España. Secuestro silencioso, bloqueo al candado del cajón de los quioscos y cerrojazo a la web. Con una revista que tiene más años profesionales que media España, y que nació cuando por fin parecíamos libres, hemos crecido todos, al menos yo. Una revista que siempre ha tenido los cojones que hay que tener para decir las cosas a la cara, haciéndonos reír y meditar sobre asuntos políticos y, poniéndonos cada viernes, una chica para poder soñar.

Solo espero que se levante la pierna que duerme sobre la cabeza de El Jueves, para que cada semana puedan publicar sus portadas de príncipes follando, de políticos imbéciles, de cayucos a la deriva, de famosos retrasados y, que dure por mucho tiempo, la imagen del bufón en pelotas. Y nos echábamos las manos a la cabeza con el cabreo de los moritos y su caricatura del profeta Mahoma… siempre habla un cagado, señores.



viernes, 20 de julio de 2007

Voluntarios y colaboradores.

"Voluntario ni para comer”. Así se repite mi padre cada vez que entra en juego la palabra “voluntario”.

La verdad es que es un concepto absurdo el del voluntario. Simplemente basta con preguntarle a alguien por el significado de esa palabra: “El que trabaja gratis”. Nada más estúpido.

Y es que, como no podía ser de otra forma, son muchos (o todos) los voluntarios que acaban mal. En nuestra ciudad basta con citar a los voluntarios de Jerez 2002, los cuales tuvieron el enorme orgullo de participar en un mundial ecuestre que a nadie interesó y que dejó en las arcas municipales más números rojos que en las cuentas de Marbella... Aunque pensándolo bien, este no es un buen ejemplo, porque fueran voluntarios o asalariados, no hubiesen visto un euro hasta hace bien poco (y estamos en el 2007).

Probemos con otro ejemplo… ¡¡Ya lo tengo!! Chapapote. Un carguero, petrolero, se acerca a las costas españolas allá por donde el mar del norte hace las veces de frontera española. Un accidente hace posible que el petrolero de mil y una capas de grosor se abra como una lata de arenques en vinagre (maldito ingeniero naval, tuvo que poner mil y dos capas). El crudo también quiere probar las costas españolas. La mala cara, negra. La buena cara, muchísimas, en forma de voluntarios que peregrinaron a la tierra del santo Santiago, pero no por el Xacobeo, sino para ayudar a dejar esas playas y costas tan relucientes como siempre lo habían estado. Todo es tan bonito… hasta el principito ayuda a limpiar (se supo que estuvo allí, pero nadie tiene una foto de Felipe con algo sucio antes y limpio después y jurar que él lo hizo). Saltemos en el tiempo si no les importa…

Ibiza, Julio 2007 (por citar la actualidad): ¿Cuántos voluntarios ibicencos ayudaron en Galicia?... seguro que los hubo, y si no natales, vacacionales. Visto lo visto en la caja tonta, más lista que el hambre, ni los propios de Ibiza se preocupan de limpiar las playas de la temporada más alta del año, así que gallegos menos. Voluntarios… porque aunque Ibiza no esté en el Sur, es la vieja historia: el Sur al servicio de un Norte señorito y egoísta, que todo lo quiere para él, sin dar nada a cambio. Así no juego yo.

No nos movemos en el tiempo, y citamos otra colaboración voluntariosa, aunque de otro tipo. Me refiero ahora a Delphi y su maldito cierre que está dando mucha fama odiosa a la ya maltrecha y oxidada Bahía de Cádiz y mucho dolor de cabeza a todos los de alrededor.

Una plantilla de trabajadores con una tasa de bajas del 40%. Una gran millonada anual en concepto de pérdidas por herramientas robadas y extraviadas en extrañísimas circunstancias, un grupo de personas que llevan a un nivel superior el “Trabajar para vivir y no vivir para trabajar”,… Si es que en el fondo tienen arte. Tarde o temprano, la presión haría que la olla de la sopa boba reventase por algún sitio, y vaya si lo hizo. Ahora llegan los llantos, ahora toca pelear en la calle, ahora toca reivindicar lo que nadie supo cuidar, y para eso necesitamos el apoyo de la provincia.

Y así fue, la provincia en pie de guerra para que los de Delphi recuperaran su trabajo. Cuando el problema está mas o menos resuelto, ellos no agradecen siquiera a las personas que mocionaron las huelgas, ni a los movilizados en las manifestaciones. Tras la tempestad, la calma les llega en forma de indemnizaciones millonarias y nuevos empleos sacados de la manga por la Junta de Andalucía. En la otra orilla del río los parados convencionales, los que no han sido estafados en masa por una sociedad laboral que solo hace engullir almas. A ellos nadie les apoya, de ellos y de sus apoyos a los de Delphi nadie se acuerda, ni por ellos se mueven cielos, mares, montañas para inventar una solución porque, claro, las cifras del paro son las que son, y mientras se mantengan, todo irá para el gobierno como debe de ir. El problema es que esas cifras suban, pero mientras se queden donde están…

Un voluntario es un pringado, un inconsciente que no sabe lo que hace, que no sabe que el voluntario es el que mas trabaja, y encima a cambio de una enorme nada, por no decir mierda. Colaborar conlleva tres cuartos de lo mismo que estamos hablando, así que, desde aquí, solo os digo una cosa: antes de trabajar en lo que sea, preguntad lo que vais a cobrar, y si es nada, preguntad si os descuentan horas de servicio comunitario. Si no, levantad el dedo índice en señal de descontento..

domingo, 8 de julio de 2007

Que se llama Soledad

Si recurrimos al libro de tópicos de los mas grandes temores y miedos de la humanidad, supongo que la muerte se lleva el número uno en el top durante muchas semanas consecutivas, quizás todas. No obstante, y a pesar de ser la mas repetida en encuestas del propio ego de cada uno y en encuestas de la calle, existen otros grandes miedos que han rellenado páginas y páginas de vidas anónimas, sobre todo, y de pensadores, escritores,… famosos. Como existen tantos, vamos al grano y hablaremos de uno al que quiero referirme: la soledad.

Desde tiempos inmemorables, el ser humano ha tenido miedo a la soledad, al vacío que se siente cuando uno mira a su alrededor y no encuentra mas que aire. Tal vez sea ese sobrante de aire el que provoque una claustrofobia dentro de la misma cabeza, de forma que va absorbiendo toda la esencia que uno puede tener y provocando una sensación tan nihilista como inquietante.

La necesidad de la compañía de otros seres similares a nosotros se convierte en un imperativo que sobrevive a los años y a las épocas y, aunque a día de hoy sea casi imposible quedarte solo en un sentido literario, el significado de soledad cobra una mayor magnitud para el empobrecimiento del alma. Con otras palabras, no hay nada peor que sentirse solo estando rodeado de gente.

Cuando en una fría, aunque calurosa, cueva, sucia y austera, te encuentras rodeado de gente a la que no conoces y gente a la que crees conocer, pero que no son mas que parte del conjunto de sombras que se reflejan en las paredes de dicho lugar, la sensación de soledad es inevitable. Mirando en todas direcciones se puede comprobar como existe una luz al final de un largo pasillo plagado de obstáculos, obstáculos que forman parte de esa parte sombría y aparente de la que quizás hablaba Platón con su cueva, no tan distinta a la mía. La única pega es que el sol de Platón era magnífico, el estadio más supremo de su historia, mientras que el mío solo lleva a una nueva metáfora que quizás algún día me atreva a relatar.

Y ya que meto a Platón en todo esto, pues sigamos refiriéndolo para seguir. Entiendo que la soledad de la que hablo podría ser como andar encadenado con vete tu a saber que tipo de cadena real o imaginaria en el fondo de una cueva, donde solo se ven las sombras proyectadas en la pared. No podemos volvernos, no podemos ver que objetos son los que producen esas sombras en la pares, sombras que lo son todo para mí desde mi condición de encadenado. Y veo como de la oscuridad aparecen otros ex encadenados que trepan la ladera con soltura y mucha suerte. Y no hartos con las sombras que se reflejaban en la pared, ellos también las reflejan, corren a la gran luz y vuelven en silencio al interior de la cueva, callados, pero gritando lo bien que se sienten al haberlo conseguido y lo tonto que puedo llegar a ser por no haber descubierto la verdad aun.

En muchas ocasiones, dejo de escuchar voces aquí abajo, no se, supongo que soy el único que queda encadenado, el único que no puede agarrar ningún objeto con sus manos ni ver esa gran luz de la que hablan todos y debe conformarse con sombras, con reflejos, con imágenes de lo que son, pero sin serlos. Un mundo falseado que no tengo mas cojones que vivir, por necesidad, porque es el único que tengo. Algún día tal vez…

jueves, 5 de julio de 2007

Nóminas y Nominaciones

Por todos es sabido que el mundo laboral es una mala puta que puede pegarte alguna venérea en cualquier momento, dejándote postrado en una cama de hospital y sin saber como reaccionar. Por supuesto, ese virus metafórico consiste en un despido o una rebaja en la calidad de las condiciones de trabajo, siendo la cama del hospital lo que viene después: los agobios, los malestares, las frustraciones (explicación para “dummies”). Las “nominaciones” están a la orden del día en el mundo laboral, sobre todo si eres una inexperta e indefensa cobaya en manos de un científico apasionado que solo piensa en como llegar al fin de sus experimentos, considerando que el animal no es mas que un animal y que existe para ese goce y disfrute del señor de bata y guantes.

Desde pequeños, nos lavan el cerebro con la idea del estudiante modelo, con la máxima del “estudia para ser alguien de mayor”, con la mentira del trabajo. Tanto sacrificio no te da la opción del “ser”, sino mas bien de la del “puede que seas”. Un sacrificio mucho mas grande de lo que resulta ser el premio final, que es una auténtica basura. Y después de todo uno debe estar agradecido…

A menudo somos juguetes del azar y el destino, en los cuales no creo (no existe la casualidad, sino la causalidad), pero si materializamos lo abstracto, podemos llamar azar al conjunto de acciones ajenas a la persona de uno, que afectan directa o indirectamente a nuestra vida. Si algo aprendo a diario, es que soy moneda de cambio de las incompetencias y caprichos de los demás, haciendo que mi tiempo, mi vida, mi espacio,… no sean mas que una espiral que gira en torno a un eje que no controlo, y que jamás podré controlar.

Las empresas son sectas que solo buscan el sacrificio de sus fieles obligados, para la obtención de un beneficio único que busca el enriquecimiento de unos pocos y el sudor y la sangre de unos muchos… el modelo de sociedad tercermundista. Son esos muchos los que carecemos de derechos y saturamos de obligaciones nuestras horas del día a cambio de un pobre salario que debemos agradecer al empresario, puesto que nos ha otorgado el don del empleo.

Cada vez surgen mas y mas normas y leyes para la protección del trabajador, pero debe ser que duermen en algún estante o en alguna despensa a la espera de que se acabe el papel higiénico para ser usado en el ritual de algún señor en su comunicación con “Don Roca”. La mierda que mancha esos derechos son los que convierten a España en un país joven, pero cansado; rebelde, pero acomodado; 1,5er mundista, pero necesitado.

Solo hace falta actitud, solo son ganas, ganas de poder ofrecer a un conjunto de personas unas condiciones dignas de empleo para poder sobrevivir en este difícil país del viejo mundo en el que una moneda comunitaria ha puesto precio a nuestras vidas, que siguen siendo igual de precarias y con los mismos pocos recursos que antes de aparecer la común unión con el resto de países, que si que han visto sus vidas adaptadas a los nuevos vientos que han soplado.

Soy español y jerezano hasta la médula, solo esperemos que no tenga que recurrir a un transplante total o parcial de la misma para poder seguir adelante.

martes, 26 de junio de 2007

Palomitas Ibéricas

El cine es un arte, el séptimo arte lo llaman, pero es mucho mas que un conjunto de conocimientos e ideas artísticas, es el mundo paralelo y artificial que a los humanos nos gustaría plasmar en el mundo real.

Cada país, por citar la división culturalmente cinematográfica mas clara que se puede comprobar, tiene una forma de entender esta impostura del ser humano en su vida, este deseo por convertirse en otro que no existe. Los métodos para conseguirlo, las formas, las imágenes, la música, los diálogos,… todo es distinto en un cine libre de globalización, es decir, ideal.

España es un país indefinido en la cultura cinematográfica. Al menos ahora sí. Hace unos años, una película española desataba los deseos mas ardientes de las calenturientas mentes de los directores de aquí, relatando los sueños e ilusiones de la España de entonces cuando este país se vio invadido por miles de ordas de rubias turistas suecas, que poblaban las playas con su frío desparpajo, chocando con el fervor ibérico. Fue, quizá una época dorada en el cine español, así de triste.

Actualmente, se intenta imitar el estereotipo de cine americano dolariense, el que da taquillas, el que no vale un pimiento y solo se preocupa de procurar que la película sea la primera de una saga donde la primera y la segunda sobran porque todo se cuenta en la tercera, pero con las que se obtienen pingües beneficios. El cine español de hoy es un mono, es un mal payaso acabado que copia los chistes del monologuista americano de moda. Esto solo hace posible que la relación entre la fábrica y el cliente sea la mas débil y fría desde que se inventara dicho arte como tal y como negocio.

Lógicamente, cuando una pareja simbiótica de necesidad dudable unilateralmente no funciona, el problema lo tienen los dos, los componentes de la pareja. No obstante, el cine español del año 2007 se empeña en culpar de sus agravios al espectador, acusándolo de elegir las películas foráneas al producto bruto nacional. Para ello, la solución es la de exigir a las salas multicines la reserva de un porcentaje mínimo de salas para el cine hispano, desechando así el resto de películas y obligando casi, a que las demás salas solo se dediquen a las grandes superproducciones monetarias y épicas, que lapidan cada día mas al exquisito cine de autor. Humilde, natural, fresco,… y en poco tiempo, muerto.

Ya tartamudea Resines de euforía, ya se le erizan los pezones a la Verdú de pensarlo, ya se dilatan los directores anos de Amenábar y Almodóvar. Lástima que tengamos que pensar “gñé” los espectadores ante tal medida, obligados a soportar bazofias impuestas a base de bien. Gracias internet, por posibilitar que mi dinero se quede en la saca, sin que tenga que ir al bolsillo de los dictadores artísticos mas listos y puñeteros, amén de la SGAE.

domingo, 24 de junio de 2007

Con la brújula rota

Siempre que intento (y recalco lo de “intento”) generar un blog a partir de mis ideas, mis ilusiones, mis propósitos y de mi mismo, intento que no se parezca en nada a los blogs que conozco o a cualquier web o ente público. Me gustaría que todo fuera distinto en mi pequeño universo virtual, me gustaría que fuese todo tan original que deslumbrara solo por su “físico”, solo por su apariencia… pero es algo tan complicado de conseguir, que supone tener ideas, ilusiones, propósitos y personalidad.

Quizás en otro momento si que podría ser poseedor de esas cualidades, o quizás pudiera aparentar o creer tenerlas y tirar “palante”, pero hoy no. Hoy no me siento ilusionado ni creativo como para empezar un blog, hoy no me siento capaz de mantenerlo y de llenarlo con contenidos interesantes pero, sin embargo, me gustaría hacerlo. Solo eso me lleva a crearlo.

No tengo ni idea de cómo empezarlo, supongo que con esto que ahora puede que estés leyendo es suficiente y puedo darme por satisfecho, y mucho menos tengo idea de cómo continuarlo. Por este motivo, simplemente me dejaré llevar, a pesar de tener cosas congeladas en mi frigorífico, prefiero no tener que sacarlas, prefiero que este puesto de pescado tenga ejemplares tan frescos que se retuerzan dando coletadas y manchando las blusas y bolsos de las “marías” que van a comprar.

Y la causa de todo esto es la misma que me lleva a sentirme tan vacío, la desidia por disfrutar una vida que veo como pasa poco a poco y sin sentido. Tener como objetivo el final del día es una empresa muy triste en el negocio de la vida.

Sinceramente, no espero que nadie lea esto y mucho menos que se incremente el contador de comentarios, se que no lo hará, pero me reitero en mi idea de que me apetece hacerlo.


Como ya son las 23:24, creo que mi objetivo de llegar a la noche está cumplido. Espero que mañana pueda arreglar el imán de mi brújula y pueda indicarme como llegar a ese sitio reservado para mí.