domingo, 22 de julio de 2007

El robobo de la libertatad

Cuando en 1975 murió el bastardo más grande jamás conocido en lo que conocemos hoy día por España, el pópulo respiró aliviado. Al fin acababa una era de asesinatos, de opiniones sumidas en el barro, de vidas irrelevantes y, también, de censura.

Treinta y dos años después de aquel genial lance, y después de mil lluvias, nos encontramos con un hecho retrógrado y obsoleto, con algo que pareció irse por el desagüe con el cadáver más enano y más maricón. “La pena por injurias a la Corona es de hasta dos años de cárcel”… pues menuda es la “gracia de Dios”, que en tiempos donde la libertad de expresión y la idea de la suprema importancia del individuo humano y de su vida (con todo lo que conlleva) siguen viéndose coartadas por los caprichos de los vividores del país.

¿Acaso no follan los principitos?, ¿acaso no cagan?, y lo digo de la manera mas vulgar y coloquial posible para multiplicar los efectos de las dos cuestiones. Se supone que son personas como los demás desde el punto de vista biológico y más animal, se supone que tienen las mismas necesidades que el resto de la población, se supone… Pero la vida nunca se cimentó en suposiciones y si en castillos en el aire. Y que mejor símil, que el de los castillos, construidos a base de mentiras y de falsas creencias para elevar al altar mas distinguido a una familia que poco a hecho por este país como tal, sin dejar de reconocer que mi único rey verdadero es aquel que nos libró de la prolongación de lo que parecía inevitable. Los demás, ni pinchan ni cortan en mi mente ni mi corazón.

¿Y no pensó el señor principito que el estilo de vida que lleva a costa del sudor y la sangre del resto de españoles tiene unas consecuencias?, es decir, que tiene un precio. Ser un personaje público está de moda, ser alguien archiconocido es un concepto muy goloso y, normalmente, supone abarcar grandes sumas de dinero con las que poder vivir de la manera más cómoda sin dar un palo al agua. ¿No parece buena razón esta para soportar carros y carretas? Por el dinero anual del que disfruta su gran alteza censora, me dejo fotografiar en pelotas y follando con Carmen de Mairena, sin dudarlo. Porque no sabemos si quizás a Felipe le gustaría vivir como un currela de a diario, manchar sus lindas manitas con yeso, cemento o alquitrán. A lo mejor prefiere el señorito tener que levantarse a las seis de la mañana de lunes a sábado y afrontar con cada canto de gallo una jornada de nueve horas, quizás prefiera eso.

Del Olmo, juez y a parte, terrorista de los derechos y de la información mas divertida de España. Secuestro silencioso, bloqueo al candado del cajón de los quioscos y cerrojazo a la web. Con una revista que tiene más años profesionales que media España, y que nació cuando por fin parecíamos libres, hemos crecido todos, al menos yo. Una revista que siempre ha tenido los cojones que hay que tener para decir las cosas a la cara, haciéndonos reír y meditar sobre asuntos políticos y, poniéndonos cada viernes, una chica para poder soñar.

Solo espero que se levante la pierna que duerme sobre la cabeza de El Jueves, para que cada semana puedan publicar sus portadas de príncipes follando, de políticos imbéciles, de cayucos a la deriva, de famosos retrasados y, que dure por mucho tiempo, la imagen del bufón en pelotas. Y nos echábamos las manos a la cabeza con el cabreo de los moritos y su caricatura del profeta Mahoma… siempre habla un cagado, señores.



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