viernes, 6 de junio de 2008

Tercera carta: una nueva esperanza.

Como en la Guerra de las Galaxias.

Resurgiendo como el Ave Fénix, de las cenizas de la antorcha de mi mano derecha, hoy luce una llama, cándida y luminosa que guía mi camino por nuevos sentidos que espero que me lleven a tu vida.

La 8 Maravilla del mundo espera, aunque mientras se entretenga con otros menesteres, se que espera. Por eso tengo que llegar lo mas pronto posible para que, por mucho que espere, no desespere y sepa que estoy en camino.

Hoy veo el mundo un poco mas claro, con las paredes un poco menos sucias que ayer. Quizás las hayan lavado o a lo mejor directamente el que tenía la vista sucia era yo, y en lavarla me ocupo ahora.

Que sepas que hoy me encantas.

Ayer me regalaron (¡¡gracias!!) una canción que ayer quise asignarte a ti, y permíteme que ponga un trozo del estribillo:

Ojalá se te acabe la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones.

Sencillamente genial. Permíteme que hoy solo vea las palabras blancas de esos versos.

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