sábado, 14 de junio de 2008

Quinta carta: el sol de un nuevo día.

Porque los milagros existen.

Porque eres una maravilla.

Porque te tengo miedo.

Sabía que tenías alas, que desprendías polvos mágicos y que eras capaz de hacerme pasar del aburrimiento a la máxima concentración. Porque mientras tu hechizas, yo te escribo cartas.

Lo que no sabía era que podías iluminar los caminos mas oscuros e impedir que se reflejaran sombras en las paredes. Las dichosas sombras… y tu las has eliminado de golpe. Primero una y luego la otra, iba viendo brotar tus palabras del manantial de mi esperanza, como saliendo un número tras otro en el sorteo de la tele mientras compruebo, atónito, que son idénticos al de mi boleto. Me falta la serie.

Con tu luz, se por donde camino, se como se mueven los pasillos de una gruta interminable. Ya solo me falta que me cojas de la mano para llevarme hasta la salida y así poder ver como brilla el sol de un nuevo día.

Porque contigo no te tendría miedo. Sin ti, temo que todo vuelva a ser un sueño inútil.

No hay comentarios: