lunes, 14 de julio de 2008

Mi mejor colegio

Nunca fue Mundo Nuevo. Ni mucho menos el Asta Regia. Ni pensar en la Escuela de Ingeniería de Cádiz ni la de Sevilla, válgame dios. Mi mejor colegio lo forman días como el de hoy.

Siempre he sido buen estudiante, me ha gustado mucho estudiar y aprender, aunque me costaba mucho debido a mi personalidad tan pasiva. Sin embargo, al final, terminaba asimilando los conceptos básicos, los problemas aplicados y todo lo que se ponía por delante.

El día de hoy ha sido duro, pero ha tenido asignaturas importantes:

- Amistad. A diferentes niveles. Se demuestra amistad en los casos en los que, cuando peor te ves, una mano se tiende delante tuya. Un simple mensaje de atención, de interés, es señal de amistad, es señal de comprender que una persona que te importa lo mas mínimo puede estar pasando por un apuro.

¿Y qué decir de esa alma que siempre está ahí? No hace falta llamarla, no hay que buscarla, esa persona te encuentra. Y mira que cuando lo vi, la primera intención fue la de preguntarle “¿cómo estás?, me alegro de volver a verte fuera del hospital”, pero el habló mas fuerte y me dijo “espera, que te ayudo”.

De los demás poco tengo que decir.

- Hay personas a las que me gustaría ver mas a menudo y en otras circunstancias. Llámame loco, pero hay veces en los que se olvida quien soy yo y quien eres tu, y me entran ganas de saltar al vacío. Algún día lo conseguiré.

Y por otro lado… esperaba un poco mas de comprensión, pero es lo que hay y a joderse toca. Algún día podría ganarme tu cariño.

- Conexión. Esto parece una obra divina, pero justo cuando menos conexión parecía tener con mi entorno, cuando mas pasaba del resto de mi mundo, sucede algo que une, que apega, que me baja de la nube para recordarme porqué estoy aquí y porqué no puedo separarme de mis raíces. Sabia naturaleza.

Este examen solo sabe fortalecerme, pues matarme no me ha matado. La fuerza, espero, no se me irá por la boca.

2 comentarios:

Nita dijo...

lecciones que da la señora con mala leche que a veces muestra su cara más amarga ;)


Besotes


Nita

Rafa dijo...

Muchos dicen que no hay mejor colegio que la calle, pero se quedan un poco corto. Tu mejor escuela es la formación, pero si no va acompañada de las relaciones personales, del trato con los seres humanos, tu formación se queda vacía.
¿De qué le sirve a un Catedrático todo lo que ha estudiado sino tiene una mano amiga? ¿Estará su madurez curtida sin los sinsabores que da la vida?
Y si rechaza juntarse con el común de los mortales porque no están a su altura intelectual ¿Qué le queda entonces? Sólo el yo personal, sin más artificio que una conversación paranóica, de habla y escucha solitaria, y de horas perdidas en un despacho frío, vacío y podrido sin humanidad.
Saludos. Wagner.